
Segundo partido de la primera fase del Mundial. Colombia necesitaba ganar y se enfrentaba a la selección anfitriona, Estados Unidos. En pleno encuentro, Escobar tuvo el infortunio de introducir la pelota en su propia portería anotando el 2 a 1 a favor de Estados Unidos y cayendo Colombia eliminada del Mundial. La derrota supuso un gran golpe para Escobar y para todo el país. A los pocos días de regresar del Mundial, Escobar realizó una columna para una revista, que sin saberlo sería una especie de epitafio para él: "... Un abrazo fuerte para todos y decirles que fue una oportunidad y una experiencia fenomenal, rara, que jamás había sentido en mi vida. Hasta pronto, porque la vida no termina aquí". Por desgracia, Escobar se equivocaba y a los pocos días fue asesinado a punta de pistola al grito de: "Gracias por el autogol".
Sin embargo, los asesinos jamás hubieran adivinado que habían acabado con la vida de Andrés Escobar, pero no con sus sueños. Antes de irse al Mundial, Escobar le había confesado a su familia y amigos cercanos, la intención que tenía de crear una escuela de fútbol para jóvenes con el deseo de formar futbolistas y personas. Tras su muerte, su familia cumplió su sueño y aquel sueño le haría eterno. Millones de colombianos lloraron su muerte, y todavía hoy, más de una década después, para muchos, Andrés Escobar aún vive dentro de sus corazones.
Este es el autogol de Andres Escobar que le costo la vida: