En la catástrofe aérea de Múnich, el equipo del United quedó destrozado. Murieron jugadores importantes como Byrne, Pegg, Taylor, Colman, Whelan y estuvo 15 días debatiéndose entre la vida y la muerte Duncan Edwards, que a sus 21 años era la figura del equipo y la gran esperanza del fútbol inglés. Su muerte conmocionó a Inglaterra y hubieron de ocultársela a su entrenador, Matt Busby, que la conocería semanas más tarde.
Aquel equipo tuvo que recomponerse y seguir jugando el campeonato y hasta llegó a disputar aquel año la final de Copa perdiéndola 2-0 con el Bolton.Dicen que el fútbol siempre paga sus deudas. Tres de los supervivientes, Charlton, Foulkes y Gregg, con Matt Busby en el banquillo como entrenador, lograrían diez años después de la catastrofe de Múnich en 1968 ganar la Copa de Europa imponiéndose al Benfica en una final inolvidable para la ciudad de Manchester y para los hinchas del United.
Si alguna vez viajan de turismo a Inglaterra y tienen pensado visitar la ciudad de Manchester no olviden que en el propio estadio de Old Trafford, uno de los grandes templos del fútbol inglés, hay un museo futbolístico de primera dimensión y una sala dedicada a una tragedia que engrandeció la historia de uno de los equipos más importantes del mundo y que sabe rendir culto a aquellos que lo engrandecieron.
Con 21 años en una pista helada dejó su vida la gran figura del fútbol inglés, Duncan Edwards. Dicen que en la iglesia de su ciudad hay una vidriera que le recuerda vestido con la camiseta del United.
Historias que ponen los pelos de punta...
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