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martes, 15 de noviembre de 2011

EL REY ESCORPIÓN

Lo primero que hay que decir es que el Escorpión nació por casualidad, pues lo que yo quería hacer era otra cosa: agarrar el balón con las piernas y no pegarle con los tacos. Me explico: simplemente a mí me tiraban la pelota, yo me estiraba para adelante, como volando, y la apretaba entre la parte trasera del muslo y el huevito que está detrás de la espinilla.La verdad es que yo vi de reojo que el juez de línea tenía la bandera levantada por un fuera de lugar, lo que hacía el momento aun más perfecto: si el balón pasaba, capaz que dejaba la banderola arriba y anulaba el gol. Pero el hombre quedó loco cuando hice la jugada y bajó la bandera. En ese momento escuché un murmullo en las tribunas que nunca había oído y no volví a oír. Después empezaron las ovaciones. Creo que ha sido la jugada más premiada y celebrada de la historia del fútbol. El árbitro pitó el final del primer tiempo, llegamos al camerino y, ¡sorpresa!, el técnico ‘Bolillo’ Gómez no me regañó. En cambio dijo: “Si eso lo hubiera hecho un argentino, lo habríamos aplaudido; entonces démosle un aplauso a René”. Y todos me aplaudieron y me felicitaron. Pero en ese camerino nadie entendía la dimensión de lo acababa de pasar hasta que salimos para el hotel y la gente en la calle hablaba del Escorpión. Después prendimos la televisión y los periodistas comentaban la jugada. Y en el aeropuerto solo se escuchaba a la gente que repetía “el Escorpión, el Escorpión, el Escorpión…”. Era una locura